miércoles, 10 de junio de 2015

Actualización del método para hacer docking en el KSP

Decíamos en entradas anteriores que en la fase de aproximación orbital era muy complicado encontrar una órbita en la que nuestra sonda y la estación estuviesen cercanos.

Como ya comenté en artículo era la primera vez que conseguía una órbita tan buena a la primera. Era cierto... no me ha vuelto a pasar. Por ello es conveniente que actualice un poco el método para que recoja la mayoría de las situaciones que se dan habitualmente.

La estación está demasiado lejos

Supongamos que alcanzamos la órbita, la circularizamos e igualamos con el plano orbital de la estación. Hacemos la primera maniobra de aproximación orbital con toda la ilusión del mundo pero obtenemos esto:

Se puede ver la "Estación Kerbin" (por fin encontré cómo cambiar el nombre y el icono), los restos de la fase 1 de la sonda (trayectoria gris) y la nave que queremos acoplar a la estación (trayectoria azul). En este caso se trata de un deposito grande de fuel.

Cuando pasamos el cursor por los marcadores de intersección nos indica la distancia más cercana entre naves. En ambos casos es de más de 400 km por lo que necesitamos cambiar las trayectorias antes de pasar a la siguiente fase.

Mecánica Orbital

Como dijimos en la entrada anterior, un cuerpo que orbita más cerca de Kerbin tiene una mayor velocidad que otro en un órbita superior. Por tanto, la nave en la órbita azul se desplazará más rápido que la estación en la parte de "abajo" y a la misma velocidad en la parte de "arriba".

Nota pedante: he utilizado los conceptos de abajo y arriba para ilustrar la imagen ya que, en el espacio, por supuesto, no tiene sentido expresarse en estos términos.

El resultado es que en cada ciclo, la nave irá acortando la distancia de separación entre los puntos de intersección. Cada vez que la nave pasa por el marcador de arriba, el ordenador recalcula la intersección y vuelve a situar el marcador de abajo. El efecto final es que, con cada órbita completa los marcadores se van desplazando y se acercan.

El siguiente paso es acelerar el tiempo y esperar el número suficiente de órbitas hasta que aparezca una en la que las distancia de separación sean adecuadas. Hasta aquí nada nuevo.

¡Socorro! ¡Las intersecciones cambian demasiado!

Con cada ciclo tenemos que fijarnos en las distancias de separación entre marcadores (colocando el cursor sobre el marcador superior). En mi ejemplo me di cuenta que en una órbita la separación era 220 km en uno y 228 km en el otro (el color no importa); y al siguiente ciclo la separación había cambiado a 59 y 228 km. En una sóla órbita había experimentado una variación de 161 km. Si esperaba otra órbita corría el riesgo de tener que volver a empezar.

En esta situación sólo se puede hacer una cosa: acelerar progrado para que el lado opuesto de nuestra órbita (el lado rápido de abajo para entendernos) se acerque a la órbita de la estación. De este modo se igualarán las velocidades relativas y el acercamiento de los puntos de intersección se hará más lento. En la imagen se ve esta maniobra.

Tras ejecutarla esta es la situación:

Dejamos pasar el tiempo para que la nave complete una órbita más y el resultado es el ideal: en el trayecto tenemos una zona en la que la separación entre sonda y varía desde los 16 hasta los 3 km. Es el punto ideal para realizar la maniobra de acercamiento e igualación de velocidades relativas.

Aproximaciones finales

Y por fin tenemos Estación Kerbin a tiro...

Tras un aproximación exitosa hemos logrado subir otro depósito de fuel a la estación... y colorín colorado, este vuelo se ha acabado.

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